Fin de año siempre es desafiante y somos varias las que llegamos con batería baja a estas fechas. Ante el cansancio mental y físico lo mejor que podemos hacer es mimarnos un poquito más. Hay pequeñas acciones que ayudan a bajar las revoluciones del día y prepararnos para un buen descanso. La cosmética emocional es una excelente aliada, pues combina la eficiencia con el relajo de los sentidos, puro bienestar.
Cuando nos pasamos de revoluciones, podemos sentir más cansancio y estrés de lo habitual, y al mismo tiempo, resulta más difícil lograr un sueño reparador. Por eso, una forma efectiva para recuperar la calma y volver al centro es incorporando el bienestar dentro de nuestras rutinas. La cosmética emocional resulta de gran ayuda pues considera aromas, principios activos y texturas para favorecer los estados de descanso.
Cuando tuve un día muy agitado lo primero que hago es darme una ducha, en invierno bien caliente y en verano apenas tibia. Así me saco el día de encima y automáticamente me siento más despejada y relajada. Ya con pijama puesto y humectado el cuerpo, voy con la rutina de skincare…
Fragancias que relajan
La aromaterapia tiene efectos positivos en nuestra salud y podemos utilizarla a nuestro favor, al momento de prepararnos para dormir. ¿Sabías que hay aceites esenciales que promueven la regeneración de colágeno? Es el caso de la bergamota, sándalo, la lavanda, rosa y algunos cítricos, los que además tienen propiedades relajantes. Yo utilizo frecuentemente el aceite de lavanda y de pomelo, lo pongo en un difusor unos 30 minutos antes de irme a dormir y me encanta, no solo porque el aroma es agradable sino también porque me dispone a un momento de calma.
La textura sí importa
No es lo mismo sentir un gel, una textura acuosa, oleosa o cremosa. Es importante que identifiques la que más te guste y te asegures que beneficie tu piel (en cosmética, hay opciones para todo y tanto pieles secas como grasas pueden beneficiarse de cremas más untuosas o aceites dependiente de sus ingredientes). Estos últimos son ideales para complementar con herramientas como un Gua Sha o un roller, pues permiten que se deslicen con mayor facilidad. Yo prefiero hacerlo en la noche pues relaja la musculatura de la cara (tiendo a apretar los dientes) y me ayuda a dormir más relajada. Cuando te gusta la sensación de un producto en tu piel lo vas a usar más, ¿cómo te sientes al hacer la rutina de skincare nocturna? El amor y dedicación que pones en simple hábito diario va a marcar la diferencia en la forma en que lo recibe tu piel.
Principios activos que funcionan
La noche es un buen momento para limpiar, hidratar y regenerar. Durante el día la piel se ensucia muchísimo, con el sudor, la contaminación y el maquillaje, por lo que una buena limpieza es fundamental para que la piel pueda absorber los productos que aplicarás después. Procura incorporar ácido hialurónico para hidratar la piel y puedes complementar con ingredientes regeneradores como la vitamina C, retinol, los ácidos BHA y AHA que van a favorecer la regeneración celular. En el caso de pieles irritadas, sensibles o acnéicas, elementos antiinflamatorios como la centella asiática serán bien recibidos en la noche.
No te olvides del pelo
Si al día siguiente te toca lavarte el pelo puedes aprovechar de dormir con aceite de coco en las puntas o acudir a productos profesionales como el sérum Kerastáse Nutritive 8 h Magic Night, que no requiere de enjuague, hidrata, define y protege al pelo del roce con la almohada.
Complementa todo lo anterior con una funda de seda y ¡buenas noches!