A estas alturas el balayage ya lleva toda una vida y creo que la mayoría de nosotras nos lo hemos hecho alguna vez. Pero, es cierto que no siempre se considera el efecto del color sobre los rulos, y es importante hacerlo, pues estos reflejan la luz de forma distinta al pelo liso. Siguiendo esa línea es que se le bautizó como curlyage a la versión rizada de esta técnica de coloración. Aquí te contamos sus claves.
Las cabelleras rizadas han ganado protagonismo en el transcurso de los años y hoy gozan de un momento espectacular –muy merecido por lo demás-, en el que al fin se le ha dado valor al voluminoso, salvaje y atrevido rulo. Esta aceptación de la industria ha sido espectacular para nosotras las rulientas, pues cada vez hay más opciones dirigidas especialmente a nuestro tipo de pelo.
La última tendencia en coloración está dirigida precisamente a nuestro segmento. Bautizada como curlyage, la técnica comparte el mismo principio del balayage, pero contempla todas las necesidades de los rulos. Es por ello que debe considerar la porosidad, elasticidad y densidad de la hebra capilar para evitar resecarlo más de lo que ya es naturalmente. A su vez, será importante tener en cuenta qué tan cerrado es el rulo para decidir cómo se aplicarán los tonos.
El curlyage también se trabaja a mano alzada, buscando personalizar los focos donde se iluminará el cabello, que suelen ubicarse en los mechones frontales y luego con más sutileza entre medio para destacar mejor la curva de los rulos. Lo ideal es que no haya tanto contraste entre las mechas y el pelo natural, para que así se funda y se logre la famosa profundidad, que destaca los rizos con mucha naturalidad.
Los cuidados
El pelo crespo tiende a resecarse mucho más que el liso, por lo tanto, lo más recomendable es preparar el cabello antes de una decoloración. Idealmente una a dos semanas previas, puedes realizar tratamientos de hidratación y nutrición en casa. Y luego, optar por mantener con productos para pelo tinturado, que ojalá incluya proteínas que fortalezcan la hebra capilar.
Siempre les digo, en mi experiencia, lo mejor es invertir en una buena crema de tratamiento profesional. Porque la verdad es que necesitas tan poca cantidad que rendirá durante varios meses y mantendrá el cabello en buenas condiciones para resistir, tanto los procesos químicos como el uso del secador ahora que viene el invierno.