Hace 10 años a mi mamá le detectaron cáncer de mamas… tenía en observación algunos quistes y calcificaciones desde hacía un par de años, por lo que la recomendación de su ginecóloga fue realizar mamografías cada seis meses. Mi mamá se lo tomó muy en serio y jamás falló a una cita. ¡CLAVE! Porque cuando el panorama no se vio tan bien, a pesar de que nos asustamos, había mucho por hacer sin que fuese tan invasivo el procedimiento. Afortunadamente esta historia tiene final feliz y mi mamá se recuperó completamente. La detección temprana permitió un tratamiento A TIEMPO.
Es así de simple, claro y brutal. Un diagnóstico temprano puede cambiar drásticamente el panorama y ser la diferencia entre la vida y la muerte, así de heavy. En Chile, esta enfermedad es la principal causa de muerte por cáncer. Son 1.000 las mujeres que mueren todos los años por este motivo y es tan alta su incidencia, que todos los años se registran 40 casos nuevos por cada 100 mujeres. ¡INCREÍBLE!
Hay factores de riesgo, tales como el tabaquismo, la vida sedentaria, alto consumo de grasas saturadas, el uso de anticonceptivos orales, la edad (el riesgo aumenta a partir de los 40 años) y un importante factor genético. Y si bien, mantener una vida saludable es como el ‘desde’ para mantener al cuerpo en buenas condiciones, hacerse la mamografía es fundamental.
Los especialistas recomiendan comenzar los exámenes mamarios a partir de los 40 en condiciones ‘normales’, pero si tienes antecedentes familiares se debe comenzar desde los 35. Yo debuté este año con la mamografía, me había mantenido con ecografías mamarias (siempre conversando con mi ginecólogo), pero estando tan cerca de los 40 mi ginecólogo me dijo ‘ya es el momento’.
No sé bien por qué, pero me puse nerviosa igual. Me generaba un poco de ansiedad y tenía miedo al dolor. Mis pechuguitas son mini, sentí nervios al pensar en cómo iba a lograr que la máquina las pudiera tomar y para ser honesta, costó jajaja. Pero fue mucho más rápido de lo que pensé, más incómodo que doloroso y la enfermera, muy amorosa, me hizo sentir cómoda con mis aprehensiones.
Salí liviana de ese trámite y sobre todo contenta de tachar este ‘pendiente’. El año pasado lo dejé pasar por la pandemia, al igual que muchas otras. ¿Sabían que los exámenes de detección disminuyeron en un 61%? ¡Grave! Por eso, ahora reflexiono y si volviera a ocurrir un ‘Covidazo 2.0’ no lo dejaría pasar de nuevo. Es TAN importante, barato (y hasta gratis a través de la Corporación Nacional del Cáncer) y rápido que lo único que hay que hacer es pedir la hora. Cada vez hay más instituciones facilitando exámenes gratuitos y apenas es una vez al año (a menos que la frecuencia puede varíe de acuerdo a condiciones específicas).
Si llegaste a este post y no tienes tu control ginecológico al día, por favor tómalo como una señal. No hay nada que esperar. El momento es AHORA. No te dejes para después.