Ir a la peluquería es una experiencia placentera para la mayoría, sin embargo, es también un lugar donde pueden ocurrir malentendidos que generen disgustos a estilistas y clientes. Para que no te pase, como tantas veces me pasó a mí, es clave mantener una comunicación fluida y manejar las expectativas de lo que quieres versus lo que realmente puedes obtener. Sin embargo, hay errores bastante comunes que puedes evitar para que salgas feliz con tu new look.
- Pretender quedar rubia en la primera sesión. Amiga, léeme bien aquí. A menos que seas rubia natural no vas a lograr un aclarado demasiado agresivo en una sola vez. Sobre todo, si quieres que tu pelo sobreviva las decoloraciones. Si tienes un castaño medio a oscuro, desde ya te digo que necesitarás de dos a tres sesiones, separadas entre semanas para darle tiempo de recuperación al cabello. Quien te diga lo contrario te va a matar el pelo, así de simple.
- Pedir que te entresaquen si tienes rulos o mucho volumen. A ver, cómo te lo digo…. ¡esto es pan para hoy y hambre pa’ mañana! De los cortes que he tenido, los peores han sido cuando me han entresacado, porque durante el crecimiento se genera ¡MÁS VOLÚMEN! Y termina con ese efecto tan feo de cabeza de champiñón. Lo mejor es realizar un corte en capas, para lo cual la guía de tu estilista será clave. Siempre pregunta cómo se debería comportar tu pelo durante el crecimiento, así podrás tomar decisiones más informada.
- Ir con poco tiempo. Hay procesos que requieren tiempo y no hay cómo adelantarlos. Si te haces mechas, por ejemplo, la sola aplicación de los papeles puede tardar más de 30 minutos. Luego debes considerar que los procesos de coloración y/o decoloración tienen un tiempo de acción que se debe respetar. Lo mismo en un corte, creer que demorará cinco minutos es muy simplista. Un buen corte es minucioso, porque los detalles sí importan. Entonces, como consejo, no vayas apurada si quieres lograr un buen resultado.
- Salir peinada de la peluquería. En este punto me quiero detener, me encanta salir con esas ondas preciosas recién hechas que te dejan el pelo brillante y perfecto. Peeeero, he aprendido que es necesario ver el resultado en tu textura natural y pedirle al estilista que te enseñe además a sacarle partido a un corte. Y también ocurre lo mismo cuando te haces color. Las mechas no se lucen igual en un pelo crespo que uno liso, un corte puede verse fantástico peinado pero horroroso con ondas. Si ves el resultado en tu propia textura podrás hacer ajustes a tiempo si algo no te agrada, en vez de llevarte una sorpresa cuando te laves el pelo en casa.
- Ir con expectativas incompatibles con la naturaleza de tu pelo. Llevar la foto de alguna famosa es un clásico y quien no lo haya hecho (o lo siga haciendo) que tire la primera piedra. Tener una referencia está bien, pero recuerda que esta celebridad tiene un tremendo equipo detrás que tiñó, preparó y peinó esa melena para que se luciera en la alfombra roja. Por lo tanto, no es un target fácil de alcanzar. Lo otro es ver si el estilo de esa famosa es compatible con tu hebra capilar, su color de base y textura natural. Es importante aprender a manejar expectativas realistas o analizar con tu estilista cuánto demorarías en lograr el resultado deseado.